Mi fotografía de danza

Mi aproximación a la fotografía de danza fué transitoria, un maravilloso encuentro que sucedió orgánicamente. Justo después de haber tenido un accidente que limitaba mi desarrollo como bailarín, tuve la oportunidad de impartir clases con artistas increíbles, fué de ahí que necesitaba material visual para que todo el mundo, desde las redes, viera la magia que sucedía en ese salón de cancún, recién recuperado del olvido.

Una cámara de empeño, un salón y artistas en acción, fué lo necesario para que al jugar con los controles manuales, sin saber que onda con la herramienta, pudiera hacer click, y nos asombrara el resultado. Justo en la pantalla sucedió algo maravilloso, tuve la oportunidad de compartir con todos, lo que percibo de la danza, de esta danza que me ha salvado la vida.

Supe que este medio artístico era para mi, un espacio en el cual yo podía comunicar mi sentir del movimiento, mi punto de vista sobre el cuerpo, sobre el arte, sobre la danza, sobre la vida, sobre mi presente y de ahí seguir creando. En poco tiempo se volvió mi refugio, mi esperanza, mi aire y mi goce, así como cuando descubrí la danza!. 

Retratarla, me hizo mirar de frente, empatizar con el artista, imprimir la sutileza del bailarín y a la vez, hacer permanente lo presente.

Desde ese momento mi encuentro con la fotografía y reencuentro con la danza desde otro espacio para habitarla, se me hizo una responsabilidad, un compromiso, un objetivo, un espacio donde seguía siendo yo, sin pretensión, sólo un observador y narrador de mi tiempo.

Creo que lo demás fué consecuencia de ese encuentro. El desarrollo técnico y cultural sobre este medio de comunicación  fué fortaleciendo mis creencias, mi enfoque, mi justificación, mi ruta para ahora decir que, aunque he habitado muchos espacios de la danza (alumno, maestro, creador, promotor, gestor, dueño de escuela), he encontrado el espacio que conjuga mi salud emocional, mi objetivo de permanencia, mi lucha, mi aporte a las siguientes generaciones!. 

Amo vivir experiencias creativas, coincidir y narrar mi presente.

En algún momento quisiera que todo este material, sea visible para  esos apasionados, que, lo que no saben decir con palabras, lo puedan decir con imagen,que les sirva de motivación para hacer visible este género, mi género (danza), que a veces es tan poco valorado.

El bailarín es un ser tan maravilloso, que por más que lo veas, siempre encontrarás algo nuevo que retratar, es un ser místico que ha dedicado su vida al autoconocimiento, dominio de su cuerpo y espíritu, y desde ese modo, comparte de manera honesta su ser con todos, con el espacio, con su público.

Seguiré mi lucha por la significación, la proyección y valor de la danza, desde mi trinchera, desde mi fotografía de danza.